La SWP llega al KISC :)

...y la espera mereció la pena. Kike llegó el viernes por la noche y el resto de la SWP el sábado, en tren (por partes) y los últimos en la furgo. Muchas caras conocidas e incluso familiares, y otras cuantas por conocer J No me había dado cuenta del “silencio” que existía en el KISC hasta que llegaron y lo rompieron, y es que es inevitable ser como somos, quedarnos de sobremesa, llegar siempre 5 minutos (mínimo) tarde al trabajo, hablar dando voces… y todas esas cosas que aquí no se entienden, y yo ya las echaba de menos.

Para los que no lo conozcáis y estéis fuera de mi mundillo scout, la SWP (Spanish Work Party) es un grupo de trabajo que desde hace un par de ediciones coordinamos nosotros, de 20 personas de toda España, que vienen al KISC a colaborar con las tareas del Campsite, y luego tiene 3 días libres, para hacer montaña, conocer ciudades y disfrutar de los Alpes! Y la verdad es que en esta edición se han juntado “cremitas” de las buenas… :)

La verdad es que han sido unos días increibles, una semana llena de trabajo, de grandes momentos, risas compartidas y sueños alcanzados. A ver si puedo haceros un resumen (sin olvidarme de lo importante) durante las próximas entradas.

El primer domingo: Ruta al Hotürli- Blumlisalphutte (2.834 m), llegando hasta la nieve, dejando a nuestro paso lenguas glaciares increíbles, que como monstruos se descolgaban por la ladera, el lago iluminado con los primeros rayos de sol, y una larga larga larga subida hasta el Hortüli, ver dos valles, comer con el aire polar dándote en la espalda y bajada (con demostración de ciclistas locos bajando por la ladera) a Kandersteg.

Tuve la suerte de poder compartir con ellos, dos días de trabajo en el campsite(los otros dos tuve turno en Maintenance, ya sabéis, la Arabian Room, que cada día mola mas), risas de las de tono dicharachero, de aprender y compartir, de que pregunten qué haces aquí y porque llevas esta camiseta si no eres pinkie, de que me tengan que “enseñar” (por casualidad) a arrancar el tractor porque no entendemos las instrucciones, días de partir troncos del tamaño de un palillo y cuando se nos va la pinza cortarlos del tamaño de tu cabeza… ha sido el tiempo de los coffee brakes con sirope en la niebla y tiempo de tener la punta de los dedos congelada.

Noches de Blue Kitchen, paprika, cajas de cervezas, guitarras y canciones sin terminar, de jugar al Curling y ser unos craks, noches de pepinillos, Jungle Speed y 30 personas dentro de una cocina minúscula en la que algunas veces se empañaban los cristales y otras te morias de frio. Partidos de futbol interminables (con resultados bochornosos para los pinkies ;) de 150 goles en contra o algo asi), en los que la niebla no te dejaba ver la portería contraria… Abrazos, miradas y sonrisas!