24 horas en Budapest

...y salimos con 40 cm de nieve de Kandersteg directos a dormir en el aeropuerto de Ginebra (porque era el lugar mas seguro), tras una noche ajetreada, de duro suelo y frio y luces infernales que te ciegan...amaneció y nos fuimos a visitar el centro de la ciudad y la oficina de la WOMS, como la gente importante firmando en el libro de visitas y como eramos pinkies pues nos atendieron como reyes

Comimos en un parque donde las palomas nos atacaban y regresamos al aeropuerto para coger el vuelo que nos llevaba a la ciudad encantada.

Y alli aterrizamos, Buda y Pest nos esperaban, el ambiente navideño se respiraba ya en el ambiente, no habia nieve, pero hacia frio, mucho frio, y paseamos a las 4 de la tarde-noche comopletamente cerrada en busca del misterioso Hostel en el que pasariamos la noche :) Un rastafari sentado en una mesa nos indico: Si, esta es vuestra habitacion. Abriendo una puerta que habia justo detras de él). La verdad es que Budapest es una ciudad con encanto, diferente a suiza claro esta. Un viaje divertido, buena compañia (como viene siendo de costumbre) muchas risas y aventuras que contar a la vuelta. Paseos por los puentes, compras en un mercado navideño, charlas con un Hare Christnas que nos regalo un libro de recetas vegetarianas, ver paprika por todos los lados, reflejos preciosos en cristales, viajar en metro gratis... y comparar los precios del McDonalds con el del resto de paises, hacernos fotos en un fotomaton, y acostarnos muy prontito para madrugar mucho mas... y como la cenicienta, llegaron las 4 y de nuevo al aeropuerto. Viaje express llegó a su fin.

Bento, Ma, Sam y yo en la Plaza de los Héroes.